domingo, 11 de julio de 2010

CONJUGACIONES DEL VERBO:HABER. ERRORES COMUNES


USO CORRECTO:

Solo es admisible hoy en la lengua culta el uso de la forma habemos como primera persona del plural del presente de indicativo de la expresión coloquial habérselas con una persona o cosa (‘enfrentarse a ella o tratar con ella a la fuerza’): Ya sabes con quién nos las habemos; Nos las habemos con un asesino despiadado.


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USOS INCORRECTOS:

En la lengua culta actual, la primera persona del plural del presente de indicativo del verbo haber es hemos, y no la arcaica habemos, cuyo uso en la formación de los tiempos compuestos de la conjugación es hoy un vulgarismo propio del habla popular que debe evitarse en el habla culta; así, no debe decirse Habemos visto a tu hermano, sino Hemos visto a tu hermano.

También debe evitarse en el habla culta el uso de habemos con el sentido de ‘somos o estamos’, puesto que el verbo haber, cuando se emplea para denotar la presencia o existencia de personas o cosas, es impersonal y, como tal, se usa solo en tercera persona del singular: Hay pocos solteros en el pueblo; Había tres personas en la habitación. Por lo tanto, si quien habla desea incluirse en la referencia, no debe emplear el verbo haber en primera persona del plural, como se hace a veces en el habla popular, recurriendo, para el presente de indicativo, a la forma habemos: Habemos pocos solteros en el pueblo, Habemos tres personas en la habitación; debe decirse Somos pocos solteros en el pueblo, Estamos tres personas en la habitación.
Hubieron

La forma verbal hubieron es la que corresponde a la tercera persona del plural del pretérito perfecto simple o pretérito de indicativo del verbo haber: hube, hubiste, hubo, hubimos, hubisteis, hubieron.

USOS CORRECTOS:

Esta forma verbal se emplea, correctamente, en los casos siguientes:

Para formar, seguida del participio del verbo que se está conjugando, la tercera persona del plural del tiempo compuesto denominado pretérito anterior o antepretérito de indicativo: hubieron terminado, hubieron comido, hubieron salido. Este tiempo indica que la acción denotada por el verbo ha ocurrido en un momento inmediatamente anterior al de otra acción sucedida también en el pasado: Cuando todos hubieron terminado, se marcharon a sus casas; Apenas hubieron traspasado el umbral, la puerta se cerró de golpe. En el uso actual, este tiempo verbal aparece siempre precedido de nexos como cuando, tan pronto como, una vez que, después (de) que, hasta que, luego que, así que, no bien, apenas. Prácticamente no se emplea en la lengua oral y es hoy raro también en la escrita, pues en su lugar suele usarse, bien el pretérito perfecto simple o pretérito de indicativo (Cuando todos terminaron, se marcharon a sus casas), bien el pretérito pluscuamperfecto o antecopretérito de indicativo (Apenas habían traspasado el umbral, la puerta se cerró de golpe).

Como forma de la tercera persona del plural del pretérito perfecto simple o pretérito de indicativo de la perífrasis verbal haber de + infinitivo, que denota obligación o necesidad y equivale a la más usual hoy tener que + infinitivo: El director y su equipo hubieron de recorrer muchos lugares antes de encontrar los exteriores apropiados para la película.

USO INCORRECTO:

No se considera correcto el uso de la forma hubieron cuando el verbo haber se emplea para denotar la presencia o existencia de personas o cosas, pues con este valor haber es impersonal y, como tal, carece de sujeto (el elemento nominal que aparece junto al verbo es el complemento directo) y se usa solo en tercera persona del singular. Son, pues, incorrectas oraciones como Hubieron muchos voluntarios para realizar esa misión o No hubieron problemas para entrar al concierto; debe decirse Hubo muchos voluntarios para realizar esa misión o No hubo problemas para entrar al concierto.
Había muchas personas, ha habido quejas, hubo problemas

Cuando el verbo haber se emplea para denotar la mera presencia o existencia de personas o cosas, funciona como impersonal y, por lo tanto, se usa solamente en tercera persona del singular (que en el presente de indicativo adopta la forma especial hay: Hay muchos niños en el parque). En estos casos, el elemento nominal que acompaña al verbo no es el sujeto (los verbos impersonales carecen de sujeto), sino el complemento directo. En consecuencia, es erróneo poner el verbo en plural cuando el elemento nominal se refiere a varias personas o cosas, ya que la concordancia del verbo la determina el sujeto, nunca el complemento directo. Así, oraciones como Habían muchas personas en la sala, Han habido algunas quejas o Hubieron problemas para entrar al concierto son incorrectas; debe decirse Había muchas personas en la sala, Ha habido algunas quejas, Hubo problemas para entrar al concierto.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000018.nsf/(voAnexos)/arch8100821B76809110C12571B80038BA4A/$File/CuestionesparaelFAQdeconsultas.htm#ap4

LITERATURA


La literatura es el arte que utiliza como instrumento la palabra. Por extensión, se refiere también al conjunto de producciones de una nación, de una época o de un género (la literatura griega, la literatura del siglo XIX, etc) y al conjunto de obras que versan sobre un arte o una ciencia (literatura médica, literatura jurídica, etc).
En el Diccionario de Autoridades (1734), Literatura es el conocimiento y ciencias de las letras. Etimológicamente deriva de la palabra latina LITTERA, que significa "letras". En el siglo dieciséis en España, Literatura designaba a los manuscritos legales, y a las artes y las letras. En el Diccionario de la Real Academia Española, (1992) el término se aplica al arte que emplea como instrumento la palabra, que comprende las obras con una intención estética. En el Diccionario de Uso del Español de María Moliner se define como el «arte que emplea como medio de expresión la palabra hablada o escrita» y, como segunda acepción, conjunto de obras literarias.

De acuerdo con el Diccionario Internacional de Literatura y Gramática Filosófica de Guido Gómez, la palabra literatura se refiere a los escritos imaginativos o de creación de autores que han hecho de la escritura una forma excelente de expresar ideas de interés general y permanente.
En sentido amplio
1.El conjunto de obras escritas de ficción con una finalidad lúdica.
2.Producciones escritas por autores–creadores y avaladas por la crítica literaria.
3.Clase de escritos que se distinguen por su belleza de estilo o expresión, su preocupación por la forma, a diferencia de los tratados científicos o trabajos en los que es prioritario el contenido sobre la preocupación estética.
4.Arte que crea belleza por medio de las palabras. Es una de las Bellas Artes, junto con la Arquitectura, la Escultura, la Pintura, la Música, la Declamación y la Danza.
5.Conjunto de obras literarias producidas en una época: Literatura barroca, literatura romántica...
6.Bibliografía existente acerca de un tema específico.
7.Compendio de obras literarias de un país o de una nación a través de la historia .
8.En su más amplia acepción, por literatura se entiende todo lo relacionado con las letras, particularmente las escritas, y podría definirse como "el conjunto de la producción escrita"; "alles was geschrieben ist, ist literatur" (todo lo que esta escrito, es literatura).
Para Barthes la literatura no es un corpus de obras, ni tampoco una categoría intelectual, sino una práctica de escritura. Como escritura o como texto, la literatura se encuentra fuera del poder porque en ella se está produciendo un desplazamiento de la lengua, en la cual surten efecto tres potencias: Mathesis, Mímesis, Semiosis.[2] Como la literatura es una suma de saberes, cada saber tiene un lugar indirecto que hace posible un diálogo con su tiempo. Como en la ciencia, en cuyos intersticios trabaja la literatura, siempre retrasada o adelantada con respecto a ella: “La ciencia es basta, la vida es sutil, y para corregir esta distancia es que nos interesa la literatura.” Por otra parte el saber que moviliza la literatura no es completo ni final. La literatura sólo dice que sabe de algo, es la gran argamasa del lenguaje, donde se reproduce la diversidad de sociolectos constituyendo un lenguaje límite o grado cero, logrando de la literatura, del ejercicio de escritura, una reflexibilidad infinita, un actuar de signos.
Fuentes bibliográficas de consulta
Aguiar e Silva, Vítor Manuel. Teoría de la literatura. Madrid: Editorial Gredos, S.A., 1972. pp. 10-13.
Barthes, Roland. Placer del texto y lección inaugural. México: Siglo XXI, 1986.
Eagleton, Terry. Una introducción a la teoría literaria. Bogotá: Fondo de cultura económica, 1988.
Diccionario de la Real Academia Española. "Literatura".
Moliner, María. Diccionario de uso del español. "Literatura". Madrid: Editorial Gredos, 1988.
Kayser, Wolfgang. Interpretación y análisis de la obra literaria. Versión española de María D. Mouton y V. García Yebra. Madrid: Editorial Gredos, 1992.
Mignolo, Walter. Dispositio. "La lengua, la letra, el territorio: La crisis de los estudios literarios coloniales". Department of Romance Languages, University of Michigan. Vol XI, Nos. 28-29, pp. 137-160.
Castagnino, Raúl H. ¿Qué es la literatura?. La abstracción "Literatura, naturaleza y funciones de lo literario". Buenos Aires: Editorial Nova, 1992.
Gómez de Silva. Diccionario internacional de literatura y gramática. "Literatura". México: Fonda de cultura económica, 1999.

jueves, 24 de junio de 2010

ASPECTOS FORMALES E INFORMALES DE LA LENGUA MATERNA:ESPAÑOL DE VENEZUELA.


La lengua de Venezuela ha ido conformándose a lo largo de los siglos el influjo de influencias diversas, entre las que cabe destacar por su importancia, el primitivo sustrato indígena y la llegada del español de la mano de los colonizadores, la mayoría de los españoles eran originarios de las regiones de Andalucía y de Extremadura trayendo consigo ese acento y modalidad. Otro grupo llegó de las Islas Canarias, muy alejada de la Península Ibérica, y por lo tanto se caracterizaba por importantes diferencias dialectales. El habla de estas regiones es la base del español hablado en Venezuela. A su vez, han recalado en el país numerosos grupos de otras nacionalidades que han ido enriqueciendo el léxico venezolano como el portugués, del francés, italiano, alemán, árabes; sin olvidar, las aportaciones de otros países de Hipasnoamèrica, sobre todo la vecina Colombia.
Actualmente, es sabido que el español es hablado en muchas partes del mundo, la diversificación geográfica contribuye a la creación de dialectos, centrándose un reconocimiento sistema de multidialectal del español hablado en España y América latina. Las diferencias fonéticas, morfosintácticas, lexisemánticas y pragmáticas afectan al sistema del castellano formal. Presentando anomalías como en el caso de Venezuela.
Es necesario destacar, que la lengua es para nuestros habitantes un patrimonio propio que enriquece y remueve de acuerdo con sus necesidades, el vocabulario o lexicote una comunidad esta vinculado su identidad la esencia de nosotros mismos; aquello que nos distingue individualiza frente al otro esta distinción natural promueve la llamada diversidad cultural, elementos esenciales que favorecen la idiosincrasia de los pueblos.
Además, hay que tener presente que al hablar intervienen normas que pertenecen al sistema general del español y normas que pertenecen al sistema social. Este vínculo, necesariamente, va a determinar la formación de rasgos propios del español que se habla en Venezuela, estos rasgos no pudieran ser específicos de nuestra habla, sin embargo, la frecuencia de uso de la significación que adquiere en determinados contextos nos permite considerarlos tales como. Por ejemplo, el sufijo del superlativo-istmo(a) en otros países es propio de un estilo muy formal y, por supuesto, de baja frecuencia en Venezuela, cheverisimo, buenísimo, rapidísimo, se oye en todas las situaciones y en todos los extractos sociales.
En Venezuela, cada día es mas frecuente la pronunciación de un –s al final de algunos tiempos verbales tales como (leistes, comiste). Pero esto no es una norma, es informal; si bien es cierto que en el caso de tu, el verbo casi siempre termina en –s en todo sus tiempos (hablas, corrías, bailabas), en el pretérito del indicativo jamás la lleva (hablaste, corriste, bailaste), por asociación con los demás tiempos, en la lengua oral muchas personas pronuncian este sonido y algunas llegan a escribirlo.
Fonética y fonología
Características particulares del español en Venezuela conocidas como venezolanismos (típicos cambios de una región como ocurre en todas las regiones de todos los países del mundo, sin que esto convierta, necesariamente, el idioma de la región en un dialecto o subdialecto) que sin ser similar guarda una estrecha similitud con el Dialecto andaluz:
Se aspira la /s/ final de las sílabas y, usualmente se cambia por una /h/ si la siguiente palabra empieza en consonante (transformando adiós en adioj y casas en casaj) y se suele perder la d intervocálica (melao en vez de melado; pelao en vez de "pelado", pescao en vez de pescado), incluso al final de la palabra. Con esta elisión, los sufijos -ado, -edo e -ido y sus correspondientes formas femeninas - se convierten en -ao, -eo e -ío. Esta característica se acentúa en los hablantes de la zona de los Llanos. Posee yeísmo y articulación de la “r” hasta su debilitamiento (vorqueta por volqueta, fenómeno visto en Arauca) o su desaparición en el infinitivo (ventiá, aserrá, ordeñá, cogé…)
• Seseo (la s, c y z se pronuncian como s), rasgo compartido por todos los dialectos hispanoamericanos.
• En algunos casos del habla coloquial en lugar de la preposición para se dice pa' por ejemplo Vamos pa' casa de Manuel para decir Vamos para la casa de Manuel. Incluso, muchas veces se dice Vamos pa'que Manuel (mayormente en los pueblos y caseríos, aun cuando se extiende a las ciudades).
• Así como la palabra para en algunos casos del habla coloquial es recortada, también lo son muchas otras. Un ejemplo común sería el de de, omitiendo la d. Vamos pa' casa 'e Manuel.
• Lo anteriormente descrito denota que en Venezuela en algunos casos se suele acortar el lenguaje hablado, utilizando apócopes con mucha frecuencia. De esta manera existen varios ejemplos: fresco por refresco, profe por profesor o profesora, compu por computadora, etc.
• Es muy frecuente el empleo de barbarismos, especialmente en los pueblos y caseríos.
Conserva el sonido de la antigua “h”. Es un rasgo más visto en Venezuela, Arauca y Casanare (joyo, jumo, mojo, jallan, sajuma, ajoga, ajita por hoyo, humo, moho, hallan, sahúma, ahoga, ahíta).
Morfosintaxis
• Un uso que comparten los venezolanos con los colombianos, dominicanos, cubanos y costarricenses es el uso del diminutivo terminado en -ico o -ica, pero sólo se usa con raíces terminadas en -t: ratico, momentico, gatico, o bien se usa combinado con el sufijo -ito.
• Es común el tuteo en el hablar diario o coloquial, y el uso del usted se limita a situaciones de mayor formalidad o al dirigirse a personas de mayor edad. En las zonas andinas cercanas a Colombia es común el "ustedeo" o trato de usted entre familiares y amigos por encima del tuteo.
• El uso del usted para el habla informal está limitado a la región de los Andes por la cercanía con Colombia; el voseo está generalizado en los estados Zulia y Falcón, y también se comparte con el vecino departamento colombiano de La Guajira.
• A pesar de ser un país ubicado en Suramérica, el español venezolano comparte muchas características con las otras variantes del Caribe. Palabras como coño y fino entre otras, son compartidas con otras variantes caribeñas.
Léxico
• Modismos varios:
o "Cónchale vale" como expresión característica del país, es como decir un "caramba", "órale", "vaya", "pucha" o algo así, se usan por separado también.
o "Vale" es también una muletilla característica de los venezolanos. No tiene un significado concreto, y se usa en contextos determinados. Ejemplo: ¡Anda, vale!.
o La palabra "vaina" (grosería en menor grado) significa cosa, objeto, cuestión. Tiene mucho uso en el habla cotidiana. Un ejemplo: "Deja esa vaina quieta". También se usa como exclamación ante un problema. Ejemplo: "La librería estaba cerrada, ¡qué vaina!". Así mismo, se usa la expresión de vaina para expresar algo que estuvo muy cerca de ocurrir. Ejemplo: "Ayer de vaina llego tarde a la cita". Puede significar un todo y un nada. Es de hacer notar que algunas personas emplean las palabras broma o varilla para refinar esta palabra de modo que no parezca malsonante.
o Muchos de los venezolanismos han sido aceptados oficialmente por la Real Academia Española, como parte del idioma español. Ejemplo de ello es la palabra "chévere".
• En el léxico del español venezolano existen numerosos anglicismos e italianismos varios.
Gramática
Suprime, o bien, debilita la –s redundante del plural, verbo gerundio:.: los antioqueño, loj perro, cuatronarice (cuatronarices, especie local de serpiente), loj padrino.
Tiene una composición nominal similar a las hablas costeñas, verbo gerundio: pativoltiao (pata + volteado, es decir, sustantivo + adjetivo).
Formación del pretérito compuesto de subjuntivo con el verbo “ser”, verbo gerundio: “Si no fuera (hubiera) sido por Guadalupe Salcedo…”
La Variedad Formal e Informal del Español de Venezuela. Los llanos.
En el español llanero, modalidad hablada en los llanos venezolanos, una de sus características es un considerable léxico aborígen producto de la fusión de ambos idiomas. La letra s se aspira, así se tiene: "¿Vah a arriá el gana'o?. Hí".
Posee yeísmo y articulación de la “r” hasta su debilitamiento (vorqueta por volqueta, fenómeno visto en Arauca) o su desaparición en el infinitivo (ventiá, aserrá, ordeñá, cogé…)
También tiene la articulación de la “s” (implosiva), la aspiración (maíh = maíz) o pérdida (cataplama = cataplasma). También aparece el rasgo de la aspiración de la “s” prevocálica (ji eñol, eso je li olvida = sí señor, eso se le olvida).
Sus fricativas intervocálicas (b-d-g) se debilitan, o bien, desaparecen en el habla llanera (auacero = aguacero).
Posiblemente lo más típico del español llanero se encuentre en la herencia indígena, en los numerosos términos aborígenes que se han incorporado a esta habla.
Son, a veces, los nombres de las plantas regionales como cumare (Astrocaryum aculeatum), moriche (Mauritia flexuosa), mapora (Roystonea oleracea), suy, yaray, bototo, etc.; entre otras, las denominaciones de objetos de las culturas indígenas adoptados por el criollo como chiramo (utensilio colgante), budare, mapire (canasto), chirama (canasto), catumare (vasija de palma), corota (vasija de totumo), etc.; o los alimentos indígenas adoptados en la cocina criolla como majule (papilla de plátano), catibía (masa de yuca rayada), etc.
Superfluo resulta mencionar la abundantísima onomástica de origen indígena: hidrónimos y topónimos como Guatiquía, Guayuriba, Guarca, Guaicaramo, que cualquier mapa o texto de geografía proporciona por centenares. Tal vez menos conocido sea el aporte indígena a la antroponimia que se advierte en los no pocos apellidos de integrantes de las comunidades hispanohablantes.
Por otra parte, ejemplo de cómo el funcionamiento del idioma en las peculiares condiciones del Llano va produciendo hechos más o menos específicos es la reorganización de ciertos microsistemas léxicos. En toda la región del Casanare “mirar” ha avanzado sobre el campo semántico de “ver” hasta casi desaparecer del habla ordinaria a éste verbo: “Entonces miró el presidente Rojas Pinilla que el Llano era una gran belleza”, “¿Él no está por aquí? – No, no lo he mirao”; “Yo ya no miro pa’ trabajar esta cosa”; y el mismo fenómeno parece comenzar a afectar la pareja “oír – escuchar” en la que el último tiende a absorber al primero.
Típico también del Llano es la clasificación de las musáceas comestibles cultivadas en tres grupos: plátanos, cambures y topochos; la gran importancia que en la vida del llanero tiene esta última variedad hace que se forme con ella una clase especial.
El influjo indígena aparece también de un modo indirecto y mediatizado, no ya en lenguas aborígenes sino debido a las especialidades características de la convivencia de las comunidades criollas e indígenas, características que vienen a resultar muy indicativas de las relaciones entre dichas comunidades, es decir, entre la sorda lucha que sigue desarrollándose entre ellas, fenómenos caracterizados por los conceptos que el criollo tiene respecto del indígena: “tunebo” equivale a “montaraz” (Pore), “guajibo” a “tímido o huraño” (Arauca); y en Puerto López se escuchó un refrán que bien podría explicar por sí solo las luchas entre los llaneros y los indígenas que causaron conmoción en la comunidad colombiana: “Ni burro es bestia ni indio es gente, ni casabe sirve pa’ bastimento”.
Es muy común que el venezolano piense que su modo de hablar es coloquial u ordinario cree que incurre constantemente en vicio del lenguaje, por que emplea expresiones, frases y voces que solo se escuchan en Venezuela o por otra parte de América, pero que no se une en España, esta aparición que tienen no pocos de su lenguaje es tanto errada como distante de la realidad.
En efecto, la manera de hablar del venezolano se distingue de otra de América y de España por la abundancia de sufijos, estos responden tanto a una necesidad del hablante venezolano de precisar mejor el significado de una palabra como a que mediante una sola voz se puede transmitir varios significados a la vez.
La principal implicación de esto es que el venezolano, con su modo de hablar busca sorprender la imaginación de su interlocutor y dar así tanto muestra de su ingenio como de su buen humor, incurre en informalidades en el uso de la lengua.

viernes, 21 de mayo de 2010

Español de Venezuela

EL ESPAÑOL DE AMÉRICA

Justo Fernández López

El español llevado a América por los conquistadores evolucionó de distinto modo según las regiones y las zonas de influencia de las lenguas indígenas. Todo dependió también del nivel de cultura de cada región: así no se puede comparar la región de Río de la Plata, de escasa cultura, con las altas culturas de los mayas y de los aztecas en Mesoamérica o la de los incas en los Andes.

Es importante para estudiar la evolución del español de América tener en cuenta que los conquistadores eran de diferentes provincias españolas. Las diferencias entre el español americano y el castellano peninsular son, sin embargo, no tan grandes como a veces se piensa. Las características típicas del castellano de América se encuentran ya en la península: Canarias, Andalucía, Galicia. Ya Colón llevó en sus viajes intérpretes. Él sabía las lenguas mediterráneas y sus intérpretes dominaban lenguas asiáticas. Al llegar a la isla El Salvador, comprobaron que los indios no entendían ninguna de las lenguas de los intérpretes. Colón tomó en su barco a cinco indios, que asustados se tiraron al mar y cuando llegaron a Santo Domingo no quedaba más que uno de ellos.

No existe una uniformidad lingüística completa en la América Hispana, pero sus variedades son menos discordantes entre sí que los dialectismos peninsulares. Sin embargo, es hoy más uniforme el español en Hispanoamérica que lo era cuando ésta pertenecía a España. Esto se debe a que en el siglo XIX se multiplicó la instrucción pública, con lo que se redujo el analfabetismo. La escuela ha sido el instrumento de la uniformidad, de modo que el español escrito es como el de la península, prescindiendo de determinadas formas léxicas.

El español no ha producido ninguna lengua criolla. La lengua criolla es una simplificación de la lengua corriente para reducirla a sus elementos primarios. Se reducen las formas verbales, el singular y el plural, los géneros se suprimen, queda una sola forma. Es la omisión de las partes orgánicas de una lengua que pueden ser difíciles para el aprendizaje. Es la reducción de la lengua alpasar de una cultura superior a una inferior. El francés ha producido muchos dialectos criollos. Al salir de Francia, el francés empieza a perder fuerza, p. e. en Haití. El protugués ha producido también mucho criollismo. EL inglés tiene varias formas criollas, como en Guayana.

El único ejemplo de presunta lengua criolla del español es el papiamento, que en el fondo tiene influencia portuguesa, holandesa y española sefardita. No es una lengua criolla española, pero sí portuguesa. Los judíos españoles expulsados de España se fueron a Holanda y de allí pasaron a Curazao, de ahí viene la influencia del español en el papiamento.

Las zonas de influencia indígena en la lengua hispanoamericana

Las diferencias entre las diversas zonas no son grandes y están determinadas por los diversos substratos indígenas, la época de colonización, la geografía, la inmigración, etc.

Primera zona

Comprende México y América Central.

El náhuatl es la lengua indígena más importante hablada por los aztecas y en las regiones de las mesetas centrales de México. Se llama nahua al grupo étnico del tronco uto-azteca que habitaba en la meseta del Anahuac. El nahua consta de tres dialectos: náhuatl, náhual y náhuat. Es el grupo lingüístico prehispano más importante de Mesoamérica. El náhuatl-azteca es la lengua que más ha influido en el español, sobre todo en lo tocante al léxico.

Segunda zona

Comprende las Antillas españolas de Santo Domingo, Cuba y Puerto Rico, así como gran parte de Venezuela y la costa atlántica de Colombia.

Las principales lenguas indígenas de esta zona son el arawac (arahuac) y el caribe, que suelen unirse bajo el nombre común de “lenguas de las islas”. Tanto la población como las lenguas indígenas de las Antillas han sido completamente extingidas. El español de estas zonas tiene rasgos arcaicos, y especialmente en Santo Domingo se semeja mucho al de Castilla. El ser la primera zona colonizada, y la influencia de centros como la Universidad de Santo Domingo, la Audiencia y el Arzobispado, han contribuido, sin duda, a la conservación del habla peninsular.

Tercera zona

Comprende la región andina de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Norte de Chile. El kechua (o quichua) es la lengua indígena má importante. Esta lengua se mantiene viva en la actualidad debido a la gran proporción de población que la sigue hablando. Aparece muy mezclado con el aymará (o aimará), lengua del pueblo amerindio que habita el altiplano andino, entre Bolivia y Perú, especialmente en torno al lago Titicaca. Esta lengua es hablada por el 30% de la población de Bolivia.

Es muy importante la diferencia entre las dos partes montañosas en las que el español es más puro y arcaico, y las de la costa o tierras bajas (este fenómeno es general en la América Hispana, excepto en Chile).

Cuarta zona

Comprende Chile.

El mapuche era la langua de los araucanos. Esta lengua se ha perdido y la población quedó completamente absorvida. El aparente andalucismo de esta zona coincide con el de las tierras bajas. La geografía y el especial aislamiento de Chile han dado un carácter especial a esta región, tanto en el periodo hispano como en la actualidad. Del mapucha recibió el español varios vocablos: poncho (capote de monte), guata (alemán ‘Watte’), ruca (choza).

Quinta zona

Comprende Argentina y Uruguay.

En esta zona de Río de la Plata, la población y su lengua han sido eliminidas y sólo compiten con el español los extranjerismos (italianismos principalmente) de la población inmigrante.

La avasalladora magnitud de las capitales hace que sean grandes las diferencias entre el habla rural (gaucho) y la de Buenos Aires y Montevideo (porteño), muy caracterizada por el voseo y por los abundantes barbarismos que dieron lugar a la creación de un dialecto o jerga, el lunfardo.

El nombre ‘lunfardo’ se deriva de lombard, ‘lombardo’, por la mala fama mercantil de los de dicha procedencia. En este ambiente surgió una jerga delincuente en Buenos Aires. Sus diferencias con el castellano son meramente léxicas, con aportaciones del inglés, francés, italiano y de germanías españolas. Otras palabras lunfardas surgieron por inversión, metáforas, etc. Popularizado por el tango, ha perdido su función original, adquiriendo más tarde cierto carácter literario.

Sexta zona

Comprende el Paraguay y algo del norte de Argentina.

El Paraguay es el país americano que con mayor vigor conserva la lengua indígena, el guaraní; hasta tal punto que la mayor parte de la población se puede considerar como bilingüe. La abundancia de hispanismos en el guaraní contrasta con la escasa influencia de esta lengua en el español.

Enlaces sobre el español de América

Amado Alonso. „Otra Vez Sobre el Origen del Español Americano“. Por: Rumiñawi. En: http://szamora.freeservers.com/espamer.htm

La pronunciación del español americano.

http://www.tulane.edu/~spanling/AmLang/EspAmPron.html

Las zonas dialectales de las Americas

http://www.tulane.edu/~spanling/AmLang/EspAmZonas.html

Historia externa del español americano

http://www.tulane.edu/~spanling/AmHist/HistExtEspAm.html

Diccionario básico lunfardo

http://users.hotlink.com.br/saulob/lunfardo.htm